domingo, 26 de enero de 2014

"La diosa blanca" José Emilio Pacheco

Porque sabe cuánto la quiero y cómo hablo de ella en
su ausencia,
la nieve vino a despedirme.
Pintó de Brueghel los árboles.
Hizo dibujo de Hosukai el campo sombrío.

Imposible dar gusto a todos.
La nieve que para mí es la diosa, la novia,
Astarté, Diana, la eterna muchacha,
para otros es la enemiga, la bruja, la condenable a la hoguera.
Estorba sus labores y sus ganancias.
La odian por verla tanto y haber crecido con ella.
La relacionan con el sudario y la muerte.

A mis ojos en cambio es la joven vida, la Diosa Blanca
que abre los brazos y nos envuelve por un segundo y se marcha.
Le digo adiós, hasta luego, espero volver a verte algún día.
Adiós, espuma del aire, isla que dura un instante.

"Indeseable" José Emilio Pacheco

No me deja pasar el guardia.
He traspasado el límite de edad.
Provengo de un país que ya no existe.
Mis papeles no están en orden.
Me falta un sello.
Necesito otra firma.
No hablo el idioma.
No tengo cuenta en el banco.
Reprobé el examen de admisión.
Cancelaron mi puesto en la gran fábrica.
Me desemplearon hoy y para siempre.
Carezco por completo de influencias.
Llevo aquí en este mundo largo tiempo.
Y nuestros amos dicen que ya es hora
de callarme y hundirme en la basura.

lunes, 13 de enero de 2014

"Hoy" Adriana Retana

Triste, enojada, contenta, melancólica, culpable, con miedo... Siento todo en este momento y no me siento nada bien. Tal vez fueron muchas emociones en un día. 

Debo confesar que tenia mucho miedo de regresar. Me sentía triste de no estar ya allá. Estaba nerviosa, tanto que no pude dormir.

Todo iba bien. Caras familiares pero no cercanas a mi. Llego la primera, extrañaba esas platicas largas. Llego la segunda, extrañaba pasar todo el día juntas. Llegaron el tercero y el cuarto, extrañaba las risas y la diversión. Algunos cambios. Los extrañaba a todos. Extraño ese lugar. 

Al llegar el momento final por un momento creí que no podría más. A pesar de haber sido tan corto el tiempo que pase ahí fue más que suficiente. 

Estoy triste. Me enojo conmigo misma de saber que no pude hacerlo, no lo logré. Me encantaría regresar, pero ya no se puede. Ese no es "mi" lugar. 

Tuve que serenarme. Ya tenía suficiente con los demás que me presionaban a regresar. Solo me hicieron sentir peor todo el camino de regreso a casa. 

Apatía, luego flojera. Al final curiosidad. Al menos algo me había animado un poco, había despertado mi interés y mis ganas de vivir hoy.

Regreso a lo mismo. Escribir para desahogar cada sentimiento que encontró hoy su lugar en mi. Tal vez necesite llorar otra vez. En fin, cuando sientes significa que vives.

domingo, 12 de enero de 2014

"Reencuentro" José Jiménez

Es mediodía. En tiempo pasa rápido. Siempre con gran movimiento, personas de un lugar a otro, entran, salen, algunos aprisa, otros despacio como si el tiempo los desafiara de alguna manera. Niños, jóvenes, adultos, todos con diferentes destinos. Una jornada más de trabajo, como todos los innumerables días que ha vivido Luis desde que empezó a trabajar una vez que termino sus estudios, recibe documentación para trámites en una oficina pública, con la experiencia adquirida y la madurez que brota en la piel al correr los años. Cuarenta y tres años a cuestas y cabello entrecano. De pronto, en ese mar de gente ve a una mujer y queda paralizado como si hubiera visto un fantasma, palidece y retrocede de forma inconsciente, intenta esconderse entre el tumulto y los muebles de oficina. No lo puede creer, duda. Ha pasado tanto tiempo que le resulta difícil descubrir en esa figura a alguien que quiso tanto.
-¿Lucia? se pregunta el mismo. No es posible.
Intenta recordarla ocasión que la vio por última vez. Joven, bella, inocente, cautivadora.
Ella lo descubre, se detiene un momento. No sabe qué hacer. Se ve indefensa, frágil, insegura, diferente, pero bella. Sin embargo, se recupera de la sorpresa y continúa su andar en el inmueble. El nunca la había visto con ese semblante. Siente tristeza, pero al mismo tiempo una gran alegría. Han pasado algunos años, pero en ese momento parece que ha pasado un instante.
Al salir de su asombro, Luis va a su encuentro, la saluda titubeante.
-Ho-Hola Luci ¡Que sorpresa! ¿Có-cómo estás?,
-Hola Luis, pues no muy bien dice Lucia nerviosa y pregunta tímidamente.
-Y tú ¿cómo estás? ¿Aquí trabajas?
-B-Bien contesta Luis y continúa sin disimular su asombro.
-S-Si, desde hace algunos años.
Por un momento recuerdan: Lucia, las cartas que le envió y que nunca contesto. Luis, la cita en el parque que nunca llego. Fue un encuentro inesperado para ambos. Jamás pensaron en verse de nuevo. Y en ese momento no estaban preparados para recordar anécdotas, ni decirse reclamos. Él se olvidó de su monotonía, de la oficina, de todo. Se centró en ella. A ella le paso lo mismo, se aferró a él como un náufrago a un trozo de madera en el mar y olvido a que iba a ese lugar. Fueron pocos minutos. Pero se les hicieron segundos y se despidieron. No hablaron de más. Prometieron verse en los próximos días, en los próximos meses. En realidad, no sabían cuándo.
Un tiempo después del reencuentro Luis se preguntó. "Qué fue de ella en todos estos años. ¿Se casó? ¿Trabaja? ¿En dónde?" porque el destino lo separo de ella si deseaba unir sus vidas después de concluir sus estudios. La ve fugazmente, y desaparece de la misma manera como en aquellos tiempos sin dejar el menor rastro. Desde ese momento no es lo mismo. La inesperada visita lo perturbo.
"Qué pensaría de mí" se preguntó.
"Sabrá que me case sin estar enamorado"-sigue pensando.
No ha dejado de pensar un solo momento en ella. Se siente cambiado, joven y a veces más viejo.
-¡Como ha pasado el tiempo! Dijo.
-¿Por qué ahora se encontraron de nuevo? se pregunta.
No sabe en realidad si la volverá a ver. Pero le agradaría tanto verla nuevamente, a pesar de no saber nada de ella en mucho tiempo.
Lucia por su parte, vive una situación similar. No podía concentrarse en su trabajo, piensa en el momento en que lo volvió a ver. Se preguntó por qué no le dijo que explicara la razón de no contestar sus cartas. Si se había casado y con quien, se atormentaba con tantas preguntas que sentía perder la razón. "Por qué me interesa Luis ahora después de tanto tiempo de no verlo" Termina su reflexión poco antes de quedarse dormida con un dolor en su brazo derecho que le recorre hasta la altura de la cintura.
Poco tiempo después, se reunieron en algún café de la ciudad donde crecieron, ese lugar que los había cobijado la mayor parte de sus vidas, donde ellos la han visto crecer y transformarse; hacerse vieja y también joven, sufrir como ellos y sentirse adulta; muy cerca donde lograron su triunfo académico, cuando empezaron a forjar su futuro y sus sueños; ahí comenzaron recordar nuevamente; de la juventud pasada, de las peripecias estudiantiles, de las metas en común, de los amigos, de los más lejanos que ya no están y de los más cercanos que no saben dónde quedaron. A conocerse o reconocerse una vez más, las vivencias, sus experiencias, alegrías y tristezas, sus bodas, los hijos, las separaciones; por alguna razón todas les parecieron similares que se sorprendieron, no hubo reclamos. Se sintieron felices, platicando de sus recuerdos. Se confesaron que les alegraba estar juntos. Se sentían completos a pesar de su insignificancia humana, viajaban a la felicidad, a la alegría y al pasado, no querían que se terminara el momento. Al despedirse la separación los entristece, se angustian ante la pregunta que ya obsesiona sus mentes.
-¿Cuándo nos veremos nuevamente? Dice Luis.
-Dentro de una semana contesta ella.
-Tenemos mucho mas de que hablar.
Se despiden abrazándose y besándose la mejilla.
Desde su reencuentro, ella se ve distinta, más hermosa, pero mantiene un semblante de tristeza. Recuerda esos tiempos académicos, que a pesar de los años la transportan y la hacen soñar... soñar que pueden cambiar las cosas que pueden cambiar las metas, que puede cambiar el destino; ese destino que se empecina en no ser tan grandioso.
Vivió en su juventud con Luis grandes alegrías, cumpleaños, reuniones con amigos, sus citas, lo único que faltaba ahora es recuperar el amor, ese amor incondicional de épocas remotas que tienen escondido por sus fracasos, temen que salga y se desboque cayendo a un abismo del cual ya no van a sobrevivir, amor que se ve en sus ojos, pero que se empeñan en callar.
Este inesperado reencuentro les ha devuelto la vida, la vitalidad que estaba desfallecida. Ha vuelto a ser la que conoció, con su sonrisa cautivadora, esa risa contagiosa, el coqueteo y la voz tan encantadora que cada vez que Luis la escucha por teléfono, desea verla, tenerla a su lado.
-No es posible ahora. No sé cuándo, le dice Lucia.
Siguen soñando, soñando en estar juntos, sentirse felices, verse antes de que termine el día. Y Lucia piensa "Antes de que se acabe el tiempo, de que sea demasiado tarde, de que todo termine"
Transcurre el tiempo Lucia camina por la calle con paso apresurado, fatigada, trata de no ser vista y entra a un edificio. Le preocupa que la vea Luis, pues siguen viéndose una vez por semana. Se siente culpable por no decir algo que no la tiene preocupada y no la deja dormir. Se ve ojerosa. Su semblante pálido ya es una característica en ella, aun conserva su belleza y su sonrisa cautivadora. Pasan dos horas y sale del inmueble. Con prisa se dirige al automóvil que dejo estacionado cerca de ahí. Quiere huir, no sabe hacia dónde dirigirse siente pánico y las imágenes las ve borrosas, parece desfallecer en cualquier momento y piensa en un instante en sus hijos.
Por su parte Luis también está preocupado, pero de una forma distinta. No le ha dicho a Lucia que conoció a una persona, poco antes de volverla a ver. Se encuentra confundido y no ha decidido cuando se lo va a comentar. Tampoco le ha dicho a la otra persona de sus salidas con Lucia. No sabe que hacer y menos cuando su hijo lo cuestiona por sus acciones.

Lucia y Luis se reúnen en un lugar en donde nunca hubieran querido hacerlo. En un hospital. Ella se encuentra muy enferma y el totalmente abatido. Los acontecimientos que se han suscitado han permitido que ellos estén más unidos, sin embargo sus ilusiones no se han podido cristalizar, el reencuentro final ha quedado truncado y la felicidad será aplazada para otra ocasión.

viernes, 10 de enero de 2014

"El juego de Ender" Orson Scott Card

El juego de Ender

Lean el libro y vean la película. Ambas cosas valen el tiempo que les dediquen.
Ciertamente yo no estaba convencida de querer ver la película, pero al final lo hice por una u otra razón. Menos mal que sucedió. 
Me pasaron dos cosas que jamás creí que sucedieran: una película de ciencia ficción me pareció entretenida y encontré al amor de mi vida en alguien que jamás pensé.
Decidí comprar el libro bajo la creencia que tengo sobre que los libros son mejores que las películas y no me equivoque. La película es buena, pero el libro tiene la esencia de la historia y de los personajes. No es sólo una historia de batallas espaciales, tiene mucho más que eso: lecciones de vida.
Se convirtió en mi libro favorito y créanme que nunca había tenido mucho a pesar de que considero que ya he leído bastantes. 
Aquí les dejo unas citas del libro:

"-He tardado mucho tiempo en darme cuenta de ello, pero créeme, me odiaba, me odio. Y todo se reduce a esto: en el momento en que entiendo verdaderamente a mi enemigo, en el momento en que le entiendo lo suficientemente bien como para derrotarle, entonces, en ese preciso instante, también le quiero. Creo que es imposible entender realmente a alguien, saber lo que quiere, saber lo que cree, y no amarle como se ama a sí mismo. Y entonces, en ese preciso momento, cuando le quiero...-(A.E.W.) -Le vences.(Valentine)"

"No soy feliz. La humanidad no nos pide que seamos felices. Sólo nos pide ser brillantes en su nombre. Primero la supervivencia, luego la felicidad que podamos alcanzar." Mazer Rackham

"Una persona decente que conozca el arte de la guerra no va a la batalla con un corazón entero. Pero no lo sabías. Nos aseguramos de que no lo supieras. Eras inquieto y brillante y joven. Era para lo que habías nacido" Mazer Rackham

viernes, 3 de enero de 2014

"Pequeños milagros"

"¿Y no puedes seguir soñando a lado de una mujer a la que amaste y a la que podrías seguir amando? Que te eligió a vos entre todos los hombres del mundo para pasar el resto de su vida porque quizá para ella no hay nada más importante que precisamente eso: morir a lado tuyo. ¿Eso no te conmueve?"

"La muerte no existe"

"Deja que un milagro de amor se despierte en tu corazón"


"Había una vez un hada que vino a la tierra a cumplir una misión y quedó atrapada en este mundo. En este mundo, las hadas pierden su inmortalidad, pueden morirse como cualquiera. El hada había perdido sus condiciones mágicas y estaba muy triste por las injusticias y atrocidades del mundo de los humanos frente a las cuales sentía que muy poco podía hacer. Un día decidió dejar de buscar las puertas para volver a su mundo. Pero si se iba a quedar en éste, quería que le pasara algo muy especial. Basta de truquitos, se dijo, vamos a ver si somos capaces de hacer un milagro en serio. El gran milagro. Y un día, el gran milagro se produjo..."

(Fragmentos)

jueves, 2 de enero de 2014

"El amenazado" Jorge Luis Borges

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

"El lado oscuro del corazón"

Parte I

"Canje" y "Me sirve y no me sirve" Mario Benedetti

¡Pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡Pierden el tiempo las que pretendan seducirme!

- ¿Estás enamorado? 
- Ja, ja, ja.
- Sí, contame. ¿Estás enamorado?
- Sólo voy a declarar mi nombre y mi número de cédula.
- No seas tonto... soy tu mujer... tu ex mujer.
- ¿Y tú aún estás enamorada de ese gil que te mantiene?
- Oli, no empieces.
- ¿Te hace... de saliva como te hacía yo, eh?
- Ja, ja, ja... no has cambiado nada. ¿Cuándo vas a dejar de ser un chico?
- ¿Para qué?
- Bueno en serio, contame. ¿Estás con una mujer o seguís buscando a la que vuela?
- Es muy difícil.
- ¿Qué?
- El amor. ¿Cómo amar sin poseer? ¿Cómo dejar que te quieran sin que te falte el aire? Amar es un pretexto para adueñarse del otro, para volverlo tu esclavo, para transformar su vida en tu vida, ¿cómo amar sin pedir nada a cambio, sin necesitar nada a cambio?
- Si no hubiera pasado el tiempo, sentiría que me estás haciendo un reproche. Pero en realidad creo que estás asustado y si estás asustado es porque algo fuerte te está pasando. Casi siempre el error que cometemos, es sólo pensar lo que nos pasa a nosotros, nos parece tan importante eso que sentimos, que nada de lo del otro parece ser tan importante como eso que sentimos, y esa contradicción suele ser trágica.
- Si no hubiera pasado el tiempo, pensaría que estás siendo autocrítica.
- El error más común que cometemos todos, es querer que el otro sea como queremos que sea y no como es. Y cuando nos damos cuenta del error, a veces es demasiado tarde. Pero no tengas miedo Oli, no es bueno estar solo, uno envejece antes. ¿Quién es ella?
- Es una historia complicada...
- Pelea, no pienses sólo en recibir cosas... Pensá, ¿que está ella necesitando de vos? ¿Qué espera que le des vos?
- DÓLARES.

Parte II

"Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo" Jorge Luis Borges

Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos 
Con la cabeza levantada 
Y todo el cabello al viento 
Eres más hermosa que el relincho de un potro en  la montaña 
Que la sirena de un barco que deja escapar toda  su alma 
Que un faro en la neblina buscando a quien  salvar 
Eres más hermosa que la golondrina atravesada por el viento 
Eres el ruido del mar en verano
 Eres el ruido de una calle populosa llena de admiración 
Mi gloria está en tus ojos Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno 
Estoy sentado en el rincón más sensible de tu mirada 
Bajo el silencio estático de inmóviles pestañas 
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos 
Y un viento de océano ondula tus pupilas 
Nada se compara a esa leyenda de semillas que deja tu presencia 
A esa voz que busca un astro muerto que volver a la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio 
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a colgar soles en el aire
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito 
Y esa cabeza que se dobla para escuchar un murmullo en la eternidad 
Y ese pie que es la fiesta de los caminos encadenados 
Y esos párpados donde vienen a vararse las centellas del éter 
Y ese beso que hincha la proa de tus labios 
Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu  vida 
Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho  
Dormido a la sombra de tus senos 

Si tú murieras Las estrellas a pesar de su lámpara encendida Perderían el camino ¿Qué sería del universo?

(Fragmentos)

"Llorar a lágrima viva..." Oliverio Girondo

Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

"Corazón coraza" Mario Benedetti

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

miércoles, 1 de enero de 2014

"La fiesta imaginada. Adiós, año viejo" Jorge Ibargüengoitia

(Extracto de la obra "Instrucciones para vivir en México")

Es mucho más fácil imaginar una fiesta de Año Nuevo que organizaría —y mucho más barato—.Los elementos son de todos conocidos; se necesitan serpentinas de colores, confeti y globos. Unespantasuegra con el que un señor —de preferencia parecido a Groucho Marx— espante a variasconcurrentes. Un puro encendido que haga estallar uno o dos globos. Sombreritos ridículos —dealmirante, de charro, de chino con trenza— que al cuarto para las doce irán a dar a las cabezascalvas de los invitados.Se beberá champaña; la botella estará en una cubeta la cual, puesto que es imaginaria, será deplata. De comida algo que sea caro y delicioso.Hay mucha alegría. Unos ríen, alguien canta desafinadamente, otro toca un pito de globero,una mujer guapetona, en el colmo del abandono, sube en una mesa y da pataditas; una mujergorda, vieja y medio borracha, con una espesa capa de pintura en los labios, tratará de besar a losconcurrentes con el pretexto de que es Año Nuevo.Estamos en una casa versallesca o estilo Bellas Artes. Los hombres están vestidos como a nadieen sus cabales se le ocurriría vestirse; de smoking y cuello de palomita o con sacos de brocado ycorbatas de pintor bohemio. Las mujeres, de largo y muy caro.Si observamos nuestra fiesta de Año Nuevo con detenimiento nos damos cuenta de que en laalegría que reina hay una nota falsa. Tenue, pero falsa. Aquel gordo, por ejemplo, ¿cree quenecesita ponerse un sombrerito de marinero para verse ridículo? Hay demasiadas dentaduraspostizas. Las carcajadas son demasiado estruendosas para ser sinceras.Es que nadie inventa una fiesta así nomás por gusto. Esto no es más que el preámbulo de unatragedia.Nótese que todos los presentes son de edad madura. La juventud no entrará en la escena másque para dar malas noticias, o para provocarlas.Por ejemplo, a las doce y diez, cuando todo es gritos y abrazos, entran en el salón un niño yuna niña. Están en piyama y llevan en las manos una palangana.—Mira, papá —dice el niño— lo que le está pasando a la salamandra que nos regalaste hoy enla mañana.La alegría desaparece como por encanto. Silencio profundo. Los invitados se acercanpausadamente, con paso indeciso, a ver lo que está ocurriendo en el interior de la palangana...Si no nos interesa la ciencia ficción, podemos imaginar otras posibilidades.A las doce y diez entra en el salón el hijo de la casa. Es un joven de veinte años, bien parecido,en suéter y camisa abierta —es evidente que ha aprovechado la noche del 31 de diciembre parapreparar su tesis—; el rictus que tiene en el rostro demuestra que reprueba la frivolidad de susmayores. Cruza el salón con paso decidido entre los festejantes hasta llegar al televisor. Loenciende: la voz del comentarista domina los demás ruidos. La alegría se suspende. Todos miran elrostro ajado que aparece en la pantalla. La voz dice:—Las tropas translivianas han invadido nuestro territorio. El Ejecutivo, en represalia, haordenado un ataque nuclear. Estamos en el vórtice de la guerra atómica...O bien. Llaman a la puerta de la calle. El mayordomo abre. Entran en el vestíbulo varios jóvenes de chamarra.—¿Quiénes son esos muchachos? —pregunta el dueño de la casa a su esposa.

—¿Serán amigos de Pepito? —pregunta a su vez ella. Pepito es el primogénito.La señora comprende que los recién llegados no son amigos de Pepito cuando ve lasmetralletas que llevan en las manos.Este es el Año Nuevo de los millonarios. Para variar podemos imaginar la misma fecha en una casahumilde de una colonia de paracaidistas. La esposa, espejo de mujer mexicana, ha pasado el díaentero haciendo buñuelos. Cuando echa a freír el último llaman a la puerta. Uno de los catorceniños que se revuelcan en el suelo la abre. Son dos hombres que traen al marido, padre y jefe delhogar en brazos; está borracho perdido.En el radio de transistores —que ha estado sonando todo el tiempo— se oye un mensaje depaz:—…los problemas que hemos tenido en 73, se agudizarán en 74, en todo el mundo... (2-1-71)